domingo, 16 de octubre de 2011

VOCACIÓN



Un ensayo que me pidieron para un trabajo de la University. 
Mediocre y a última hora pero quedo lindo



El ser humano, para convertirse en persona, debe pasar por los distintos ámbitos de la socialización. Va cultivando un acerbo cultural que le permite convertirse en un ser efectivo en sociedad. Finalizado este proceso, pasa a embestirse de un rol más activo en el grupo humano, entablando relaciones emocionales, políticas y económicas. Requisito para aquello, es tener las herramientas que le ayuden a manufacturar un porvenir.

Para hacerse de estas herramientas, el conducto llama a los imberbes ciudadanos enlistarse dentro de los cánones productivos, y si se puede ver más allá del horizonte, inventar el  propio. Para esto la vocación  entrega importantes bisectrices, el llamado interno que cada uno siente en su pecho que nos alienta a desempeñar tal o cual patrón.  El alma que galopa libre por nuestro sueños, vocifera en lo que anhela convertirse.

Cuando hemos descubierto el epíteto de nuestro llamado, podemos optar por un oficio acorde y desempeñar nuestra tarea productiva para con la sociedad. La actividad que nos precede, porque se convierte en nuestra carta de presentación, será nuestra compañera mientras nos quede aliento en los pulmones.
Lo difícil en todo esto es poder desdeñar entre nuestras luces y sombras para poder descubrir cuál es nuestra vocación.  En mi caso, a los 21 años, aun tengo dudas sobre si el camino emprendido lleva a alguna parte o solo recala en absurdas entelequias. Sumando también las presiones familiares, el peso de la tradición y las esperanzas del abuelo que el nieto sea ingeniero, arquitecto y si es un artista que horror un bohemio. En cuenta también pongo que los seres humanos no somos entes estáticos, el dinamismo es un atributo esencial de la vida.

La línea que separa el cielo del infierno es bastante delgada, incluso difusa. Comprar el paraíso con la emérita profesión del mercado es lo que venden todas las casas de estudios superiores, pero caer en el abismo del desempleo y la frustración laboral es más fácil de lo que se cree. Por esta razón la decisión de cual oficio desempeñaremos tiene tantas aristas como opciones hay.

Para tomar el camino correcto, es importante la introspección. El auto conocimiento conlleva a saber qué es lo que se quiere, teniendo así una convicción inquebrantable del futuro que se busca. El propio conociendo, también otorga la distinción de nuestras fortalezas y debilidades. El análisis FODA de nuestra personalidad es un sello imprescindible para tomas buenas decisiones vocacionales, sin el temor a equivocarse y las inseguridades que provoca el futuro.

Asumir responsablemente el desafío de ser personas que contribuyan a la sociedad, es la meta de todo ser humano. Nadie vive en el completo ostracismo, cada acto individual repercute en el resto. Por eso que nuestra profesión  no es sólo la forma en que nos ganamos la vida, también es la forma de contribuir a una sociedad que progresa, mas aun en nuestro caso. Los futuros pedagogos tienen el deber de orientar las decisiones de las nuevas generaciones. Para que vivan sus sueños y no sean víctimas de la frustración, que a tantas personas asola cada día. No ha persona más feliz que aquella que todas las mañanas se levanta a vivir sus sueños.

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