viernes, 3 de diciembre de 2010

Tirada de tierra


El veneno que circunda mi costado. Una dosis de letargo pueril que danza en mi sinapsis. Tiño de verde amarillento mis reflejos. Me estiro sobre sábanas de comodidad veraniega, colgando mis decepciones lógicas. Pasear por esteros frutales, dormir el suplicio del conformismo. Seducir las titilantes cadenas de la subjetividad. Esconder mis canarios de la luz de la luna, de la candidez del carro de fugo. Pongo mis pies en un loco, descenso mis deseos a la intuición del mago, me arrodillo al cetro de la emperatriz. Inyecto templanza a los ojos de la justicia. Pongo mis rosarios de chocolate en el belicismo del emperador.

Pierdo altura con sutileza. Caigo de mis montañas altiplánicas; conectando nuevamente mi conciencia a la maquinaria de la vida. Soy en el viento y en mares. Existo en las lagunas pútridas del paraíso, pero en cada uno de ustedes; hay lugar para este mundo que se desnuda para el sol.

Tomo mis arcanos de la arena, y desfilo su interpretación canónica en mis rosales.

2 comentarios: