lunes, 27 de diciembre de 2010

Confesion con un dealer




Barrio Lastarria. Sábado, 23:36. Hans (23) podría aparecer en la foto junto a la definición de disc jockey: flaco, bigotito, polera corta y apretada, pantalón a rayas, lentes con marco negro, pelo cuidadosamente desordenado, bolso para vinilos, zapatillas anaranjadas, goma de mascar y cigarrillos, condones en la billetera. Y en un bolsillo con cierre, escondido, un tamborcito de rollo fotográfico con 48 pastillas de ectasy, o éxtasis, o XTC, que se trajo luego de unas vacaciones de un mes en Europa. Mitsubishi, "de Berln, de las que ya casi no hay", me dice, orgulloso, mientras se prepara para salir a trabajar: mezclar discos y vender pastillas. Lo que hace desde hace un par de años para pagar el arriendo, la ropa cara, los discos importados, el auto taquilla, los gustos de la novia, los otros vicios. Hans viene de una familia con dinero, con títulos y casas y campos y viajes seguidos al extranjero. La pregunta es: ¿por qué? "Porque siempre hace falta más dinero", me dice, y sonríe y enciende uno de sus cigarrillos light.

¿Para qué quieres más dinero?

Jajaja. Nunca es malo. Entras en un círculo de gente interesante, de gente con buen gusto. Yo creo que los diyeis tenemos Isin ofender a nadieI mejor gusto que la mayoría de la gente. Saber elegir un buen tema, fino, te da para saber elegir de todo. Ropa, lugares, accesorios, la misma gente que eliges de amigos es especial. Y para eso necesitas mucho dinero.

¿Cuánto?

Relativo. Como diyei,  hoy, por ejemplo, me pagan 60 lucas. Y vendiendo 30 pastillitas, me gano 360 lucas, esa es la relación. ¿Entiendes por qué lo hago? Me gusta vivir como vivo, me gusta ir a los lugares que voy, me gusta darme gustos y viajar, y no puedo llegar donde mis viejos, que son ultraconservadores, y decirles, "papá, dame un guatón para gastármelo en un finde, porfa". No se puede. Me gusta ser diyei, pero estoy empezando y aún no me pagan mucho. Pero cuando tengo pastillitas, me salvo groso. Mira, en la Earthdance (una gran fiesta electrónica) del año pasado, por ejemplo, me gané un millón trescientos en tres días. ¿Dónde, poh? Dime: ¿dónde gano esa plata? Más encima, lo paso bien, hago que la gente lo pase bien, se conecte
con la música y viaje. Les regalo una experiencia, ¿cachái?, con algo que nadie ha demostrado que mate. Y lo que no te mata te hace más fuerte, ¿así es el dicho, cierto?

1 comentario: